(CNN)– ¿Duermes entre siete y nueve horas por noche? Según los expertos, esta es la cantidad que se necesita, en promedio, para mantener nuestras mentes alerta y nuestros cuerpos saludables... pero muchas personas no están durmiendo lo suficiente.
En Estados Unidos, por ejemplo, la mitad de la población duerme menos de siete horas durante la semana, de acuerdo con la encuesta International Bedroom Poll del año 2013. Para compensarlo, muchos de nosotros recurrimos a recuperar el sueño cuando las circunstancias lo permiten... ya sea dormir hasta tarde el fin de semana o tomar una siesta durante el día.
Pero esta recuperación puede tener su propio impacto en tu cuerpo y cuando esta recuperación llega a ser demasiada, incluso podría ser una señal de un problema de salud subyacente.
Dormir hasta tarde los fines de semana
La muy deseada siesta del fin de semana es consecuencia de la necesidad de recuperar el sueño perdido durante la semana.
"Ese es un intento de reembolsar la privación de sueño", dice Charles Czeisler, jefe de la división de sueño y desórdenes circadianos en el hospital Brigham and Women's Hospital en Boston.
Pero Czeisler no es un defensor de dormir hasta tarde los fines de semana. Él lo llama "atracón de sueño", y dice que es una interrupción de la regularidad que conduce a un mayor trastorno de nuestros ciclos de sueño.
El sueño se produce en ciclos de movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés) del sueño y el sueño de ondas lentas (sueño no-REM) que se alternan en ciclos de aproximadamente 90 minutos.
Las horas extra de sueño, pero aún más importante la hora más tarde en que despiertas en el fin de semana, conducen a la confusión y al desplazamiento en el cuerpo cuando las personas vuelven a su rutina de lunes a viernes... algo que Czeisler define como "el jet lag social".
"Si tú te levantas a las 6 a.m. y luego al medio día, eso equivale de Boston a París
Según Czeisler, hacer de esto un hábito no es llevar un estilo de vida saludable. Con este atracón de sueño se produce un tipo de bulimia del sueño", dice. Tales ciclos perturban la integridad del sueño, lo que significa que se pierden momentos vitales en los ciclos del sueño, como los ciclos REM.
Lo que es peor, a juicio de Czeisler, es el ciclo de "sobrecarga" que muchos viven, en el cual escatiman en el sueño y se conducen hasta el punto del agotamiento, y luego colapsan.
"Esto tiene consecuencias adversas en la salud... es mejor ser consistente a la hora de dormir", dice él.
Siestas
Las siestas durante el día pueden hacer maravillas para mejorar la lucidez, desempeño y el ánimo en general... y, para muchos, sirven como un momento de relajación.
La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos recomienda las siestas de 20 a 30 minutos –y no más– para evitar el aturdimiento y la alteración del sueño nocturno.
"En primer lugar, sería mejor no privarse del sueño", dice Czeisler. "Sin embargo, una vez que estas ahí, es importante dormir tanto como sea posible y tan rápido como sea posible. Es entonces cuando las siestas pueden ayudar mucho".
No obstante, el deseo de tomar una siesta todos los días, a pesar de haber dormido bien durante la noche, puede ser un signo de algo más serio... sobre todo en países donde la siesta no es algo común.
"Las siestas habituales durante el día son probablemente un indicador de deficiencia del sueño, de perturbación... crónica o de un desorden tal como apnea obstructiva del sueño, depresión o cáncer", dice Czeisler.
El profesor Francesco Cappuccio y su equipo en la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, han explorado lo que el hecho de tomar siestas diariamente dice sobre nuestra salud. El equipo estudió los hábitos de las siestas durante el día en más de 16.000 hombres y mujeres en el Reino Unido y se descubrió que las siestas diarias –en ambos y durante más de una hora– son una señal de advertencia de un riesgo de salud subyacente... y en particular de problemas respiratorios.
"Las siestas (regulares) se asocian con el incremento del riesgo de sufrir enfermedades", dice Cappuccio. Como resultado, ponerle atención a los hábitos de siestas durante el día podría ayudar a descubrir futuras condiciones de salud.
Las "siestas" de la culturas mediterráneas no se incluyeron en el estudio ya que se consideran como un "patrón de vida" asociado con los climas cálidos. "En los países europeos del norte esta es, por lo general, una siesta forzada. Se te obliga a dormir la siesta", dice Cappuccio.
Las razones tras este riesgo en aumento todavía necesitan ser exploradas.
"Esto no comprueba que dormir una siesta sea peligroso", dice Czeisler. En lugar de eso, él dijo que si alguien pasa de 8 a 9 horas por noche en la cama pero todas las tardes está exhausto, debería examinarse para saber si no padece un desorden de sueño o médico.
La recuperación en las vacaciones de una semana
Si duermes menos de seis horas por noche, las horas que faltan se acumulan con el tiempo. Las razones para tal privación son muchas, incluyendo jet lag, el cuidado de los hijos, el trabajo hasta tarde y despertarse temprano... pero una vez que te has repuesto, la necesidad de dormir de manera excesiva debería desaparecer. Dale entrada a las vacaciones del festival del sueño.
"No puedes recuperarlo todo de una vez", dice Czeisler, refiriéndose a la necesidad de recuperar lentamente las horas perdidas de sueño a lo largo del tiempo.
Según Czeisler, una o dos semanas es suficiente para saldar cualquier deuda de sueño acumulado de días o semanas anteriores, y después de esto se vuelve psicológicamente difícil quedarse dormido.
"Una vez que pagaste tu deuda de sueño, realmente no vas a poder quedarte dormido", dice Czeisler. "Puedes estar en la cama durante 14 horas pero en realidad solamente vas a dormir ocho horas".
Si al final, el deseo de seguir durmiendo dura por meses, esto puede ser una señal de fatiga en lugar de que simplemente necesites recuperarte... y un síntoma de algo más serio.
"Si esa cantidad de sueño real es de 12 horas, entonces algo está mal", dice.
Dormir hasta tarde todos los días
"Si tú duermes demasiado sin ninguna razón, probablemente deberías contactar a tu doctor", dice Cappuccio, quien investiga los beneficios y el impacto que tiene el sueño en nuestra salud... en particular en la salud de nuestros corazones.
En otro estudio del Reino Unido con personas entre 42 y 81 años de edad, se encontró que esa gente que duerme consistentemente más de 8 horas por noche, en los cuatro años cubiertos por el estudio, tenía un mayor riesgo de infarto... 46% más alto. La causa del aumento en el riesgo queda por demostrar, pero este sueño extendido a lo largo de periodos prolongados de tiempo podría ser útil como marcador de enfermedades del corazón más adelante en la vida.
"No creo que exista demasiado sueño, pero si te das cuenta de que tienes dificultad para levantarte, existen razones", dice Cappuccio.
Cappuccio cree que los riesgos asociados a esas prolongadas horas dormido pueden extenderse más allá de las condiciones del corazón y representar señales de advertencia de depresión, infecciones, enfermedades inflamatorias y, en algunos, las etapas iniciales de cáncer.
"Eso no significa que un sueño más largo cause estas enfermedades", dice Cappuccio. En cambio, la fatiga que mantiene a las personas en la cama de manera excesiva es un síntoma de que algo anda mal. "Es una consecuencia de la enfermedad, no la causa", dice.
Hasta la fecha, suficiente evidencia ha demostrado vínculos directos entre la falta de sueño, o el trabajo por turnos, y una serie de condiciones, incluso el aumento de peso, diabetes, presión arterial alta, derrame cerebral e, incluso, el resfriado común. Pero poco se sabe sobre el impacto del sueño excesivo... más que simplemente haraganear en la cama.
Se necesitan más estudios para comprender la biología detrás de los mayores riesgos identificados, pero la fatiga es un síntoma común de muchas enfermedades y condiciones de salud.
"Cuando estaba en la universidad me dio una infección... en un momento estaba durmiendo 20 horas al día", dice Czeisler... un estudiante de posgrado de Harvard, miembro del equipo de remo al momento de esta infección. "Mi sistema inmunológico estaba bajo ataque, lo que de hecho aumenta la duración del sueño", dice. En situaciones como esta, se necesita el sueño para facilitar la recuperación.
Valora tu sueño
Vale la pena prestar atención a las horas que pasas durmiendo, y en la cama, como un medio para el seguimiento y el mantenimiento de tu salud y bienestar.
"La duración, la elección del tiempo oportuno y la calidad del sueño son los factores clave", dice Czeisler.
Se necesitan más estudios para comprender verdaderamente las causas de los vínculos observados entre el sueño excesivo y diversas condiciones de salud, pero por el momento, puede ser prudente evitar los atracones de fin de semana y en lugar de eso, inyectar algo de rutina en tus sueños.